Deontología profesional de la gastronomía

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Deontología profesional de la gastronomía

Para que una persona llegue a formarse como profesional, tanto en conocimientos técnicos como en aptitudes personales, se recurre a lo que se denomina “deontología profesional”, que se define como “la teoría o el tratado de los deberes, obligaciones y aptitudes que debe aportar el profesional en cualquier puesto de trabajo, etc.”.

Así, la deontología ha de interpretarse como un hábito adquirido por uno mismo, no como una obligación o norma de un puesto de trabajo, ya que se trata de un comportamiento que permanecerá a lo largo de la vida laboral de la persona.Gastronomia

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Respecto a las cualidades imprescindibles y necesarias para el correcto desempeño de la labor profesional, enumerarlas todas sería una tarea ardua. Aquí se recogen algunas que, por su importancia, se consideran básicas; la capacidad para reunirlas todas resulta compleja debido a la dificultad de la profesión en algunos aspectos, pero el amor por la propia profesión será la inquietud principal que impulsará a su consecución.

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La gastronomía como cualquier profesión también define principios y normas éticas de comportamiento que regulan y guían esta actividad. Estableciendo los deberes y obligaciones morales y éticas que tienen que deben asumir quienes ejercen esta profesión. En este aspecto podemos definir tres tipos:

  • Aptitudes físicas e intelectuales.
  • Cualidades morales.
  • Aptitudes profesionales.

a) Aptitudes físicas e intelectuales:

Son la suma de condiciones físicas e intelectuales que debe poseer un buen profesional de nuestra especialidad, estas pueden ser innatas o se pueden adquirir con un buen aprendizaje:

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Condiciones físicas:

    • No tener ningún defecto físico visible.
    • Buena salud y resistencia para soportar el cansancio.
    • Buena presencia física en general y mediana estatura.
    • Habilidad manual.
    • Caminar correctamente, con el cuerpo erguido.
    • Cuidar hasta la exageración su higiene corporal.
    • Evitar los olores corporales.
    • Evitar comidas, bebidas o tabacos en exceso, que crean un aliento desagradable.

Condiciones intelectuales:

    • Poseer un nivel de estudios que le de cierta cultura y base para atender en todo momento al cliente.
    • Buena memoria para recordar nombres de clientes, sus gustos, etc.
    • Políglota.
    •  Facilidad de expresión.
    • Correcto lenguaje.
    • Volumen de voz adecuado.
    • Intuición y prudencia para saber el punto justo de amabilidad y cortesía que espera el cliente.
    • Capacidad de atención para captar las necesidades de servicio de cada mesa.

b) Cualidades morales:

    • Honradez.
    • Voluntad y constancia.
    • Compañerismo.
    • Autoridad cuando debe aplicarse.
    • Flexibilidad para adaptarse a la variedad de situaciones. 

Aptitudes profesionales:

    • Disciplina. (saber dar órdenes, pero a la vez cumplirlas)
    • Responsabilidad para efectuar el trabajo, prestando la máxima atención y procurando hacerlo lo mejor posible.
    • Dominio de sí mismo para evitar que las circunstancias o problemas personales influyan en el trabajo.
    • Sentido del orden.
    • Amor a la profesión.
    • Inquietud de perfeccionamiento.
    • Conocimiento de todos los aspectos de la profesión.
    • Inquietud de perfeccionamiento.
    • Conocimientos de todos los aspectos de la profesión como tal.