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¿Conoces la clasificación de los vinos?
Mucho hemos hablado de los vinos, maridajes y técnicas para servirlos en este sitio. Hoy quisimos ir un poquito más allá y compartir con ustedes la clasificación de estos y, aunque no cubrimos todo, algunas formas de maridajes con las comidas que pueden serte de utilidad.
Según el color
Según el Estatuto del Vino de 1970, los vinos se subdividen en: tintos, rosados y blancos.
Los vinos tintos se obtienen del prensado de uva negra que da mosto blanco, o bien mosto colorado. El color tinto se obtiene a base de los pigmentos que están en el hollejo de la uva. Cuanto más tiempo esté el mosto en contacto con el hollejo, más intenso será el color del vino y su concentración de taninos (sustancias que se encuentran en las pieles, pepitas etc.)
Los vinos rosados se obtienen del prensado de las mismas uvas que el tinto, si bien en este caso el tiempo de contacto entre mosto y hollejo es mucho menor, con lo que el color es menos fuerte.
Los vinos blancos se obtienen por prensado de uva blanca o negra.
En el caso de uva negra es obligado impedir que el mosto tome color, por lo que se tienen que separar con rapidez el mosto y los hollejos antes de que se inicie la fermentación.
Los vinos aloques los mencionamos, aunque son vinos de baja calidad obtenidos de la mezcla de vinos tintos y blancos, que, incluso, están prohibidos en algunas reglamentaciones.
Según la edad
Naturalmente el color da testimonio de la edad del vino dado que se va modificando con el envejecimiento:
- En los vinos Blancos la juventud del vino se manifiesta por coloraciones pálidas, tonos pajizos, limón, irisaciones verdosas y bordes blanquecinos (incoloros). Los más maduros tienen tonos más dorados, ambarinos.
- En los vinos Tintos la coloración malva y púrpura da paso a notas pardo – rojizas, teja, mientras que los bordes pasan del rojizo – blanquecino al ámbar y caoba.
- Los vinos Rosados evolucionan en diferentes tonos de rosa hasta un rosa – naranja al naranja y de ahí, a un naranja amarillento que irá denotando su envejecimiento.
Vinos especiales
Los vinos especiales son aquellos que tienen composiciones particulares y distintas al resto. Estas diferencias pueden estar basadas en: la propia uva, en las técnicas empleadas para su elaboración, o por aplicación de prácticas o sistemas específicos tal como sucede con algunos vinos generosos.
El campo de los vinos especiales es muy amplio y abarca los siguientes tipos:
Vinos generosos: proceden de uvas selectas y su graduación alcohólica está comprendida entre los 14 y 23º. Se elaboran siguiendo técnicas tradicionales incluyendo la adición de vinos dulces naturales, mostos o mistelas. Dentro de ellos se encuentran los vinos licorosos generosos cuyo contenido en azúcares es superior a 100 gramos por litro.
Vinos nobles: son aquellos elaborados con uvas declaradas preferentes en la región y cuyo periodo de crianza es, al menos, de 2 años.
Vinos dulces: naturales se llaman así por su riqueza en azúcares (más de 250gr./l.), no fermentan totalmente y conservan algunos azúcares naturales de la uva. Su graduación llega a los 18º, que pueden alcanzarse con la adición de alcohol de vino exclusivamente.
Vinos enverados y chacolís: vinos producidos en las zonas cantábrica y gallega, en la zona nordeste de la provincia de León y en las zonas del alto Penedés y la Conca de Barberá. En estos casos se autoriza una graduación mínima de 7º.
Vinos amistelados, mistelas: proceden de la mezcla de uva con alcohol de vino y deben tener una graduación mínima de 13º. Su contenido en azúcares es superior a los 100gr./l.
Vinos aromatizados, aperitivos vínicos y vermuts: se obtienen de un vino base al que se le añaden sustancias vegetales inocuas o estimulantes. Su graduación no puede ser inferior a los 14º.
Vinos espumosos naturales: proceden de uva de variedades adecuadas. Contienen, como consecuencia de su elaboración, dióxido de carbono producido por su fermentación, de forma que al ser descorchada la botella y servido el vino se forma una espuma persistente seguida de un continuo desprendimiento de burbujas. Estos vinos se subdividen en:
Cavas: son verdaderos champanes, ya que se elaboran según el método champenois. La diferencia se da en el tipo de uvas, en las burbujas (más pequeñas y finas en el caso del champán) y a la menor acidez del champán. La segunda fermentación se realiza en botella y en ésta se realiza el proceso de elaboración y crianza, hasta la total eliminación de las madres de fermentación (restos). Su graduación oscila entre los 10.8º y los 12.8º y su presión (debido al CO2) es superior a 4 atmósferas.
Según su contenido en azúcares se clasifican en:
- Extra Brut: sin adición de azúcar o hasta 6 gramos por litro.
- Brut (brut nature): de 0 a 15 gramos máximo por litro.
- Extra Seco: de 12 a 20 gramos máximo por litro.
- Seco: de 17 a 35 gramos por litro.
- Semiseco/semidulce: entre 33 y 50 gramos por litro.
- Dulces: más de 50 gramos por litro.
- De grandes envases: cuando la segunda fermentación tiene lugar en grandes envases o recipientes, generalmente metálicos, de cierre hermético, de los que se trasvasa a botellas (previo filtrado) para su comercialización.
Vino gasificado o gaseado: es aquel al cual se le ha añadido artificialmente la totalidad o parte del gas carbónico.
Para terminar el punto referente a los espumosos es preciso señalar que este tipo de vinos (champanes, cavas y similares) necesitan una botella de cristal más grueso que el habitual y el corcho con forma de seta, debe estar sujeto a la botella con agrafe o bozal.
El tipo de espumoso se reconoce mirando el interior del tapón: si tiene un dibujo en forma de estrella de cuatro puntas estamos ante un cava natural, (tiempo de crianza nueve meses), si va marcado con una raya gruesa estamos ante uno con dos meses de crianza, si es un círculo tenemos uno de grandes envases y en el caso de encontrar un triángulo nos hallamos ante un vino gaseoso.
La siguiente imagen muestra el maridaje ideal según el tipo de comida que puedes sugerir a tus clientes en el momento del servicio.