La Servilleta De Leonardo Da Vinci

A los humanos nos gusta celebrar (para qué vamos a negarlo) agasajando nuestro estómago y rodeados de gente querida. Seamos prácticos y decorativos, y conozcamos poco a poco todas las partes que conforman una mesa. La servilleta es un elemento básico que nunca debe faltar, y además de su uso práctico, agrega siempre un toque especial en la decoración. Aunque en las comidas informales, campestres o con niños cada vez está más extendido el uso de las servilletas de papel, en este caso nos vamos a centrar en las servilletas de tela, mucho más grandes y elegantes. Leonardo da Vinci y los conejos En el Renacimiento, Ludovico “el moro”, Señor de Milán, ataba conejos a las sillas para que sus invitados se limpiarán los dedos engrasados en el pelaje de cada animalito. Leonardo da Vinci fue durante algunos años maestro de festejos y banquetes al servicio de Ludovico (da Vinci y el protocolo) y quiso cambiar tan peregrina costumbre. Da Vinci dejó escrito: «He ideado que a cada comensal se le dé su propio paño, que, después de ensuciado por su mano y su cuchillo, podrá plegar para, de esta manera, no profanar la apariencia de la mesa con su suciedad». Y aunque nos parezca de Perogrullo, su idea fracasó, aunque al final se impuso la simplicidad de su invento. Así nació la servilleta un mes de julio de 1491. La servilleta se empezó colocando en el hombro. Miniatura de la Edad Media Color y tejido de las servilletas El color dependerá siempre del gusto del anfitrión. Ahora que se acerca la Navidad, hay servilletas preciosas con motivos de estas fiestas. Sin embargo, en una cena formal, lo mejor es que sean blancas. Lo ideal es que sean del mismo tejido que el mantel, y en todo caso, que “casen” con él. Generalmente las servilletas son de hilo o algodón. Siempre hay que presentarlas pulcras y perfectamente planchadas. Tamaño En comidas o cenas formales, servilleta de banquete; son las más grandes y elegantes y miden 50cm x 50cm o 60cm x 60cm. En comidas o cenas sin formalidad, las servilletas de tamaño estándar miden 45cm x 45 cm. En comidas al aire libre, o tipo buffet, el tamaño mínimo es de 30cm x 30 cm. En desayunos o meriendas, deben ser más pequeñas, de 22cm x 22 cm. En un aperitivo o vino español, las servilletas miden 18 o 20cm por cada lado (aunque no se suelen ver mucho) Ubicación en la mesa En las comidas formales, las servilletas se encuentran en el centro del plato o a su izquierda, al lado del tenedor. Cuando se sirva un vaso de agua (en una reunión, por ejemplo), hay que presentar también una servilleta de tamaño pequeño. Presentación de la servilleta Lo más elegante y sencillo es doblar las grandes en triángulo o rectángulo y las pequeñas en cuatro. Es cierto que queda muy vistoso entrar a un comedor y ver las servilletas en forma de ave, flor o incluso árbol de Navidad, pero es mucho menos higiénico. Pensad en que ha habido dedos manipulando las servilletas una y otra vez, y nadie os garantiza la pulcritud de esas manos…. De todas formas, la presentación queda al gusto del anfitrión o el que prepara la mesa, y no hay normas estrictas sobre ello. Por favor, nada de presentarla en los vasos, como hacen en los chiringuitos de playa para que no las vuele el aire. Esta costumbre estaba muy extendida antiguamente en nuestro país. Otra forma de realzar las servilletas y la presentación de la mesa sin ser expertos en papiroflexia es jugar con los aros o servilleteros. Siempre tienen que ir a juego con la vajilla y el mantel, o pueden ser el punto principal que tematice la cena. (Halloween, Navidad..) Cómo utilizar la servilleta En el caso de una cena o comida formal, hay que esperar a que sea el anfitrión el que tome primero la servilleta. Esa es la señal para que lo hagan el resto de los comensales. La servilleta se despliega a la mitad y se coloca en el regazo. Al usarla, se lleva a la boca y se vuelve a dejar encima de las piernas, nunca en la mesa. Si una mujer lleva carmín, tiene que tener cuidado al limpiarse los labios para que no se desdibuje toda la boca. Si por el motivo que fuese hay que levantarse de la mesa, se coloca la servilleta en la silla (o discretamente al lado del plato). Al terminar de comer hay que dejar la servilleta al lado del plato (más o menos doblada, no hecha una bola ni perfectamente doblada como si no se hubiese usado) Su uso El uso exclusivo de una servilleta es limpiarse los labios y en algunos casos, los dedos. No se usa jamás una servilleta para colocársela al cuello como si fuese un babero, sonarse la nariz, limpiar la pantalla del móvil (que también se ve…), secarse el sudor ni limpiar el mantel cuando se derrama algún líquido o salsa. Siempre hay que limpiarse los labios con la servilleta antes de beber de un vaso o copa. Articulo original: ABC blogs