En una botella de vino hay mucha información a interpretar. La etiqueta del vino es una de las partes más importantes; es – junto con la contraetiqueta, el tipo de botella, la cápsula y el tapón – como la matrícula del vino, su seña de identidad. En ella, además de disfrutar de su diseño (marca distintiva y comercial), podrás averiguar los elementos más importantes del vino en cuestión: la/s uva/s, el productor o bodega y la añada.

 
Etiqueta de vino
  1. La uva, ya que inmediatamente puedes decidir si es el tipo de vino que quieres beber.
  2. El productor/bodega/enólogo, porque algunos son muy buenos y otros no tanto.
  3. El año de la cosecha debido a que algunos son mejores que otros en función de las circunstancias climatológicas que sufrió el viñedo (en un restaurante, por ejemplo, yo siempre verifico que el año de vendimia que me sirven es el que ordené – puede ser más caro o no tan bueno).
 
Además de esas 3 informaciones, descubrirás: su grado alcohólico, el volumen contenido, la identificación y localización de la bodega, el registro embotellador, su denominación de origen y los registros de sanidad y de exportación, estando expresamente prohibido el que la etiqueta incluya cualquier dato que induzca a equivocación.

 

Respecto a la contraetiqueta del vino, es donde suele aparecer el sello oficial del Consejo Regulador de la Denominación de Origen, una nota de cata, sugerencias de servicio o maridaje y el periodo de envejecimiento del vino: crianza, reserva o gran reserva.

 

Y es que leer una etiqueta de vino puede ser tan fácil como leer el alfabeto o tan difícil como intentar descifrar un idioma extranjero, todo depende de quién es la etiqueta y de dónde proviene. Desentrañar los misterios que encierra una botella de vino antes de ser abierta, leyendo su etiqueta, da para escribir un libro, pero intentamos proporcionaos las claves más importantes.
 
Las etiquetas del Nuevo Mundo tienden hacia el planteamiento de “esto es de lo que se trata”, con la variedad de uva o mezcla claramente etiquetados, el productor, donde se cultivaron las uvas y el contenido de alcohol fácilmente a la vista. En los vinos del Viejo Mundo tienen fama de “enmascarar” información clave, pero esto no es así en absoluto. Si sabes lo que buscas, puedes descifrar la información de la etiqueta pertinente con muy poco esfuerzo. En lugar de la variedad, el lugar es la pieza principal de información en la etiqueta del vino – de dónde es el vino. Los vinos del Viejo Mundo son vinos de una inversión muy elevada en su terruño (terroir), no necesariamente en la uva específica, por lo que si conoces la región, entonces también tendrás la información de las posibles uvas que se abrieron paso en la botella.
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