Para los
entendidos, la cocina de autor
mezcla, en una simbiosis creativa, los principios de la cocina
tradicional con los de la
Nouvelle Cuisine y la Cocina de
Fusión. Toma lo mejor de los
otros y lo presenta a su manera, en una propuesta
creativa, marcada por su
sello personal. Como en muchos casos , el chef es
dueño parcial o total del
restaurante, debe saber desenvolverse en muchas
disciplinas o temas: cocina, higiene, nutrición, dietética,
administración, etc.
Generalmente ofrece uin menú de
degustación, escogiendo sus mejores creaciones para presentar al cliente un menú
representativo de sus creaciones en pequeñas y estudiadas porciones. Se
preocupa mucho por el
montaje, procurando dar al comensal un animado
juego de colores, texturas, formas y sabores, que le procuren una
satisfacción perdurable.
Se vale de los métodos de la
deconstrucción y la
reconstrucción. La
deconstrucción separa cada uno de los elementos de una preparación, para luego reagruparlos de manera distinta a la forma
original, restituyendo en la
memoria del comensal el sabor de la preparación
original. La
reconstrucción combina los
ingredientes de una preparación para crear un plato que tiene sabores
distintos pero que está hecho con iguales
ingredientes. No
obstante, esos
procesos no siempre
funcionan, porque, para lograrlo, es necesario que el
comensal tenga alguna
memoria del plato, para lograr
evocarlo. Si no lo conociera, no entendería los procesos.
El cocinero de la cocina de autor utiliza, por lo general, innovaciones (nuevos productos, nuevas técnicas de cocción, nuevos utensilios y artefactos y nuevos conceptos), entre los cuales destaca el pacojet (para triturar y emulsionar alimentos que están congelados, sin necesidad de descongelarlos previamente; muy útil para hacer helados y sorbetes, y montar nata); la máquina al vacío (para conservar alimentos manteniéndolos lo más frescos posible); los hornos mixtos (dos hornos en uno, que combina calor seco con calor húmedo); el thermomix (para pulverizar y triturar alimentos y cocinaren un recipiente con controlador de temperatura); el termostato roner (mezcla entre baño María y vaporera con más precisión), artefacto inventado Joan Roca (El Cellar de Can Roca) y Narcis Caner (Fonda Caner). De allí su nombre: ROca-caNER.
A pesar de las afirmaciones anteriores, que intentan caracterizar la
singularidad inscrita en la cocina de autor, un
cocinero notable hace
siempre, en realidad,
cocina de autor. Y así lo ha sido siempre. Por ejemplo
Antonin Câreme hacía cocina de autor en el siglo XVIII, al igual que
Auguste Escoffier en el siglo XIX, o
Fernand Point a principios del siglo XX, o
Paul Bocuse en las postrimerías del siglo XX, o
René Redzepi, a inicios del siglo XXI.
Un cocinero creativo siempre hace cocina de autor, trascendiendo las preparaciones de la cocina habitual en su tiempo. De allí que verdaderamente lo que caracteriza la cocina de autor es la propuesta novedosa, cualquiera que sea el tiempo en que ejerza su oficio. La cocina de autor no es una propuesta de ahora, sino la de todo cocinero que busca, valido de su maestría y habilidad, dejar su sello personal en lo que hace. Y eso es lo que han hecho siempre los grandes cocineros. Por eso, precisamente por eso, son grandes cocineros.
Por Rafael Cartay